Un colapso sin precedentes en las telecomunicaciones
El 20 de mayo de 2025, España experimentó una de las caídas más graves de su red de telecomunicaciones en años recientes, dejando a millones de personas sin acceso a internet y telefonía móvil. Operadores principales como Movistar, Orange, Vodafone, O2 y DigiMobil reportaron interrupciones generalizadas que afectaron tanto a usuarios particulares como a servicios esenciales, incluyendo las líneas de emergencia como el 112 en ciudades clave como Madrid y Barcelona.
El fallo, que comenzó en la madrugada del 20 de mayo, estuvo vinculado a trabajos de actualización en la infraestructura de red de Telefónica, según informó la compañía. Estos trabajos generaron fallos inesperados que provocaron un colapso en las comunicaciones fijas y móviles, afectando especialmente a zonas residenciales y empresariales. A pesar de que Telefónica afirmó que los servicios para particulares no se vieron completamente interrumpidos, numerosos usuarios reportaron cortes totales o intermitencias en la conexión.
Impacto en la población y los servicios esenciales
La interrupción tuvo un impacto significativo en la vida cotidiana y en la operativa de servicios críticos. Las líneas de emergencia, como el 112, quedaron inactivas en varias regiones, generando preocupación entre las autoridades y los ciudadanos, ya que este servicio es fundamental para reportar emergencias sanitarias, incendios y otros incidentes graves. Las autoridades autonómicas exigieron explicaciones inmediatas a Telefónica y solicitaron una revisión urgente de sus protocolos de mantenimiento.
Empresas, organismos públicos y servicios esenciales también se vieron gravemente afectados. La falta de conectividad dificultó la coordinación de hospitales, cuerpos de seguridad y administraciones públicas, mientras que los usuarios particulares reportaron problemas para enviar mensajes a través de aplicaciones como WhatsApp y Telegram, así como para acceder a servicios de banca en línea, plataformas de streaming y herramientas de teletrabajo.
Respuesta de las operadoras y recuperación del servicio
Telefónica movilizó rápidamente a su comité de gestión de incidencias para abordar la crisis. Para las 10:30 horas del 20 de mayo, la compañía informó que había aislado el nodo afectado y desplegado personal de campo para atender los puntos críticos. Varias comunidades autónomas reportaron una recuperación parcial del servicio, incluyendo el restablecimiento progresivo de las líneas del 112. Sin embargo, la normalización total del servicio tomó varias horas más.
Otras operadoras, como Vodafone, también activaron sus comités de crisis para mitigar el impacto. Según datos de Vodafone, para las 7:00 horas del 29 de abril (en el contexto del apagón eléctrico previo), habían recuperado el 95% del tráfico móvil, lo que sugiere que las operadoras ya contaban con experiencia reciente en gestionar interrupciones masivas. Sin embargo, la caída del 20 de mayo destacó la vulnerabilidad de las infraestructuras de telecomunicaciones ante fallos técnicos.
Contexto de una crisis previa
Este incidente se produjo apenas unas semanas después del apagón eléctrico masivo del 28 de abril de 2025, que dejó sin luz a millones de personas en España y provocó interrupciones significativas en la red móvil e internet. Durante aquel evento, las estaciones base de telefonía móvil se quedaron sin energía, ya que sus sistemas de respaldo no estaban diseñados para soportar interrupciones prolongadas. El tráfico de internet cayó hasta un 60% en las horas posteriores al apagón, según datos de Cloudflare, y servicios como WhatsApp y Telegram presentaron cortes totales o retrasos.
La combinación de estos dos eventos ha generado un debate sobre la dependencia tecnológica de la sociedad española y la necesidad de sistemas de redundancia más robustos. Expertos en telecomunicaciones señalaron que este tipo de caídas masivas podrían evitarse con mejores diseños de sistemas de respaldo y pruebas más rigurosas antes de implementar actualizaciones en la infraestructura.
Reacciones y demandas ciudadanas
La interrupción del 20 de mayo provocó una oleada de críticas en redes sociales, donde los usuarios expresaron su frustración y exigieron compensaciones por los cortes sufridos. En X, se reportó que la caída afectó a millones de personas, y muchos calificaron la situación como un reflejo de la fragilidad de las infraestructuras tecnológicas en España.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió a la ciudadanía hacer un uso responsable de las redes durante la crisis, instando a priorizar las comunicaciones esenciales. Las operadoras, por su parte, prometieron revisar sus protocolos de mantenimiento y establecer mecanismos de respuesta más rápidos para prevenir futuras incidencias.
Un llamado a fortalecer la infraestructura
La caída de la red de Telefónica en mayo de 2025, junto con el apagón eléctrico de abril, ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades de las telecomunicaciones en España, a pesar de los avances significativos en cobertura de fibra y 5G. Según el Informe de Cobertura 2023, España logró cerrar la brecha digital fija, garantizando acceso a banda ancha ultrarrápida de al menos 100 Mbps al 100% de la población, y la cobertura 5G alcanzó al 92,3% en 2023. Sin embargo, estos incidentes destacan la necesidad de invertir en sistemas de respaldo más eficientes y en ciberseguridad para proteger servicios críticos.
A medida que España avanza hacia los objetivos de la Agenda España Digital 2025, que incluye una inversión de 140.000 millones de euros para impulsar la transformación digital, este tipo de crisis subraya la importancia de garantizar la resiliencia de las infraestructuras. Los ciudadanos y las autoridades esperan que las lecciones aprendidas de estos eventos impulsen mejoras significativas para evitar interrupciones futuras y proteger la conectividad en un país cada vez más dependiente de la tecnología.